Trámites para cerrar la sucesión fiscal ante el SAT

Trámites para cerrar la sucesión fiscal ante el SAT

La odisea de cerrar la sucesión fiscal ante el SAT: mi propia batalla

A ver, déjenme contarles, porque esto de los trámites para cerrar la sucesión fiscal ante el SAT me tuvo días —no, semanas— con el corazón en la mano y atorado entre papeles y ventanas del portal del SAT. No es cosa de risa, y si están en esa bronca, pues sepan que no están solos. Yo, que pensaba que ya había visto todo en esto del SAT, descubrí que cerrar una sucesión fiscal es como armar un rompecabezas con piezas que no cuadran y con un reloj que no para.

Primero lo primero: ¿qué es una sucesión fiscal?

Me imagino que si estás leyendo esto, ya sabes más o menos qué es, pero por si acaso: la sucesión fiscal pasa cuando alguien fallece y sus bienes, deudas y obligaciones fiscales pasan a otra persona, o sea, los herederos. Entonces, el SAT necesita que se haga un cierre formal para que no quede nada pendiente y que todo el tema fiscal siga su curso sin problemas. Y claro, esto no es solo cuestión de decir “ya, listo”, sino que hay que hacer varios trámites y presentar documentación.

Documentos que casi te hacen llorar

¿Y saben qué es lo más cansado? La cantidad de papeles que tienes que juntar. Yo tuve que hacer esto:

  • Acta de defunción original y copia
  • Testamento o declaración de herederos
  • Identificación oficial de los herederos
  • Constancia de situación fiscal de los involucrados
  • Declaraciones fiscales anteriores del fallecido
  • Poder notarial en caso de que alguien más haga los trámites
  • Formato de aviso de cancelación de obligaciones

Y sí, hay más, pero estos son los básicos que te van a pedir sin falta. Lo que sí, recomiendo que no se confíen y vayan con todo porque cualquier detalle que falte puede ser un dolor de cabeza que no se acaba.

Pasos para cerrar la sucesión fiscal — la parte que me hizo sudar frío

Bueno, aquí viene lo bueno. No sé si eran 3 o 4 pasos, pero la idea es la misma, voy a tratar de ponerlo lo más claro posible, aunque ya estoy medio cansado y probablemente me vaya saltando pedacitos.

  1. Reunir la documentación completa, como ya dije, no hay atajos y si te falta algo, el SAT te lo va a reclamar.
  2. Presentar el aviso de sucesión ante el SAT. Esto se hace por el portal o presencial, dependiendo de la situación y la preferencia (aunque en pandemia casi todo es en línea). Aquí tienes que llenar un formulario diciendo que ya eres el nuevo responsable fiscal de los bienes y obligaciones del fallecido.
  3. Presentar declaraciones complementarias o pendientes. Si la persona que falleció tenía declaraciones sin entregar o con errores, es el momento de corregirlas y poner todo en orden.
  4. Solicitar la cancelación del RFC del contribuyente fallecido para que oficialmente el SAT cierre ese expediente.

Por supuesto, cada uno de estos pasos tiene sus sub-pasos y requisitos, pero ya me voy a quedar corto porque si sigo, no termino nunca.

Un paréntesis mental porque ya me estoy enredando

Ah, espera, creo que me estoy liando un poco con esto. Tenía algo apuntado pero no lo encuentro da igual. Lo que quería decir es que a veces ni haciendo todo bien sale. No sé si me explico, pero bueno, ya me entiendes. Como que la burocracia tiene vida propia y si no te agarras bien, te arrastra. Además, el SAT cambia reglas cada rato y uno no sabe si hacer las cosas como ayer o como mañana. Ya ni hablar de las horas que pasé en llamadas o en la página que a veces se congela y uno sólo quiere gritar. En fin, paciencia.

¿Qué pasa si no haces el cierre correcto?

Vean, el cierre de sucesión fiscal no es solo un trámite chiquito que se hace por hacer. Si no lo haces bien, pueden venir multas, recargos y problemas para los herederos. Imagínense que el SAT siga pensando que el fallecido tiene obligaciones pendientes y que de repente a quien le toca pagar es a ti. No, ese rollo no quiere nadie.

Por eso, aunque sea cansado, hay que ser meticuloso y seguir cada paso con calma. Bueno, con la calma que se puede teniendo un montón de papeles en la mesa y la cabeza hecha un lío.

Algunos consejos para no morir en el intento

  • No esperes al último momento. Empieza cuanto antes porque los tiempos de respuesta del SAT pueden ser lentos.
  • Consulta directamente en el portal del SAT o llama para asegurarte de que tienes todo lo necesario.
  • Si te es posible, busca asesoría con un contador o abogado fiscal especializado en sucesiones.
  • Guarda copia de todo lo que entregues y recibe acuses de recibo.
  • No te desesperes si te piden corregir o completar información, es normal y parte del proceso.

¿Y la parte presencial o en línea, cómo va?

Otra cosa que me dejó pensando es que el SAT tiene modalidades híbridas. Yo hice casi todo en línea, pero hubo momentos en que tuve que ir a una oficina, y ahí descubres que dependiendo del estado o la delegación, el procedimiento puede variar. Así que, ojo con eso, porque puede que en tu ciudad te pidan cosas distintas o que haya horarios especiales.

Por último, pero no menos importante: los tiempos

No les voy a mentir, este proceso puede tomar semanas, a veces meses. No es que el SAT lo haga a propósito, pero el volumen de trámites y la revisión cuidadosa hacen que todo avance lento. Por eso, la paciencia es clave. Así como cuando uno espera que se enfríe el mole, hay que dejar que este trámite tome su tiempo. Aunque uno quiere todo ya, no es posible.

En resumen, o por lo menos algo parecido

Los trámites para cerrar la sucesión fiscal ante el SAT son un reto, sí, pero no imposibles. Si tienes calma, paciencia y bien los documentos, lo vas a poder lograr. No esperes que sea rápido ni sencillo, porque no lo es. Pero tampoco es un monstruo de mil cabezas, solo que hay que saber dónde meter las manos y no perder la cabeza en el proceso.

Ya casi termino, porque siento que estoy escribiendo y la mente me vuela y me vuela y ya me quiero ir a descansar. Si llegaron hasta aquí, felicidades. La verdad, espero que les sirva este desmadre de texto que salió de mi cabeza sin filtro. En fin, eso. Échenle ganas con sus trámites y que el SAT no los vuelva locos.